miércoles, 13 de octubre de 2010

Ruta a la Garganta de la Lorera de la Trucha

Salimos desde Alía a las 8:00 a.m., con dirección a Puerto de San Vicente por la carretera  Ex- 102, nos vamos encontrando a nuestro paso terrenos llanos y ganaderos. Pasamos por el mirador del Estrecho de la Peña Amarilla, espectacular punto de observación de aves, entre las que encontraremos siempre al buitre leonado, pudiendo ver también en ocasiones el halcón peregrino, buitre negro, águilas perdiceras, etc.

Continuamos por la carretera hasta llegar a un gran puente de madera de la Vía Verde. Poco metros más adelante nos desviamos a la izquierda por el Camino de las Ventosillas justo donde hay un merendero que veremos desde la misma carretera. Este camino nos llevará al Coto Regional de Caza de Matallana, monte de utilidad pública.

Una vez cogido este camino el silencio es primordial para la observación y escucha de las especies cinegéticas en estos meses del año (sep-oct) cuando es la época de la berrea y las especies están en pleno apogeo y son más fáciles de ver. En todo el camino en las praderas que hay se pueden ver las ciervas con sus crías y algún que otro macho berreando y peleando para marcar así su territorio.

La vegetación en esta zona es de pinares, robles, encinares, jara, tomillo, etc...


A mano izquierda del camino se encuentra el cauce del río Guadaranque que nos acompaña en nuestra ruta hacia arriba, este desemboca en el pantano de Cíjara. En todo el recorrido podemos ver las ciervas, venados, corzos, conejos, zorros, buitres, arrendajos, abejarucos, alimoche…
Llegamos a un punto en el camino donde los árboles de los lados se entrecruzan entre ellos formando un tunel de vegetación bastante llamativo, al final de este túnel nos encontramos con dos caminos, tomando el de la izquierda para proseguir con nuestra ruta. Un tramo más adelante nos encontraremos una casa y un vivero nada más pasar una curva, que nos llevarán a la confluencia de otros dos caminos tomando el de la izquierda hasta llegar a una antigua quesería, hoy en día abandonada.
La Garganta de la Trucha está situada bajo el Cerro Bermejo, entre la Sierra de la Palomera y la Sierra de Altamira. En dirección a la Garganta pasaremos muy cerca de espectaculares crestas de cuarcítica donde anidan los Buitres Leonados. Desde el camino mismo se puede hacer una parada y echar un vistazo con los prismáticos y telescopios para observarlos, posados o en vuelo, y distinguir fácilmente sus colores.
Al llegar a la Garganta la zona es más húmeda, debido a la vegetación rupícola y a la corriente del río, que corre durante todo el año. Justo por el paso excavado por la garganta entre las rocas, aparece un paraje de especial belleza con pequeños saltos de agua y profundos charcos donde refrescarse en verano. Aquí es donde, algunos lugareños cuentan la leyenda de la cabra y el "ojo del mar". 
La Lorera de la Trucha es un largo y espeso bosque en galería de loros (Prunus lusitánica), acompañados de alisos y fresnos que dan sombra al lugar. Los loros son árboles que existían en el terciario, en una época en la que toda la península estaba cubierta por bosques de laurisilva de climas más templados y que hoy en día siguen formando bosquetes en galería en zonas muy puntuales y de carácterísticas climáticas y edafológicas muy concretas, dando lugar a parajes de gran importancia por ello.

Regresamos de la Garganta por el Collado de la Era de la Ventosilla hasta las Pasaderas, saliendo a la carretera de Navatrasierra por el merendero de Los Horcones. Tomamos esta carretera a la izquierda que nos llevará al Valle del Hospital del Obispo (zona de la que ya hablamos en otra de nuestras rutas) que atravesamos, pasando por el Puerto del Hospital a la zona de las Péndolas y tomando a la izquierda el camino de Alía que nos llevará por la Solana del Dehesón a la pedanía de La Calera y de aquí a la población de Alía.

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