miércoles, 30 de marzo de 2011

POZO DE LAS NIEVES - GUADALUPE

La ruta de hoy comienza en el Pozo de las Nieves, situado próximo al pico Villuercas. Este pozo fue construido por los Jerónimos para guardar la nieve. Para conservarla metían entre capa y capa de nieve una de paja, ésta se bajaba la monasterio en las noches, para que no se descongelara.
Nuestra ruta hacia Guadalupe se inicia en el Collado de la Arena siguiendo la ruta de Alfonso XI (esta ruta viene desde Navezuelas).  Este collado recibe este nombre porque en este lugar se recogían arenas para su utilización en la fundición del hierro en los molinos existentes en la población  de Guadalupe. Transitamos por una pequeña vereda, entre extensos bosques de robles y castaños acompañados por impresionantes pedreras, en ocasiones cubiertas de musgo. Entre estos bosques destaca la gran diversidad de aves que podemos escuchar, y algunas veces observar, como el trepador azul, carbonero, arrendajo ...
Después de cruzar un cortafuegos el sendero se adentra en un pinar que desemboca en la antigua pista o carretera conocida con el nombre del "carretera de los militares".
A unos 500 metros se llega al cruce con la carretera de Navalmoral, donde está situada la Ermita del Humilladero (del siglo XV). Se retoma el sendero paralelo a la carretera. En este último tramo podemos ver olivos, castaños, almendros, perales silvestres, retama amarilla, lavanda, tomillo, ... lo que hace disfrutar de gran variedad de contrastes de colores y aromas durante el descenso.
La ruta entra a Guadalupe bajando por la Cuesta de la Horca, llamada así porque en tiempos de la Inquisición se ajusticiaban y exponían a escarnio público a los presos.
El último tramo de ruta discurre por el barrio San José Obrero, continuando por la calle Corredera en la cual podemos disfrutar del único tramo conservado de la antigua muralla que lleva hasta la Plaza de Santa María de Guadalupe.






1 comentario:

  1. Unos lugares maravillosos, todos sin excepción, los que nos muestran las tierras de esta Extremadura. Y qué decir de su bagaje en monumentos como los que posee Guadalupe con su imponente Monasterio y el verdor de aquellos caminos hacia la cumbre de las Villuercas, nombre extraño, y de un pasado lejano, muy lejano tal vez...

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